Hola Mundo, Fin y comienzo del ciclo Solar, y como el cada oportunidad el Cusco en su temporada de lluvias, nos regala paisajes verdosos llenos de frescura y energía natural. Llevamos tras nosotros el peso de lo No Hecho y empezamos con la búsqueda de nuevas oportunidades, nuevos comienzos, nuevos amaneceres; florece en nosotros la esperanza del ser renovado.
Y ya que hemos pasado la nostalgia de la navidad, nos adentramos a la sensación de un cambio mental. Esto, ya que nos volvemos más viejos y ante nosotros siempre sopesa la puerta de la experiencia. De ahí el hecho de disfrutar u odiar sin más el cambio anual. Con fortunas y tropiezos, sea el día antes del 1 de enero, un día para olvidar el pasado malo y atender las cosas buenas del porvenir.
La celebración será en la noche, donde no faltará la comida y en especial la bebida. Ya que está costumbre está destinada más al público adulto. Baile, Jarana, Pachanga o como sea, habrá en cada rincón de nuestro planeta y en el interior de nuestras casas.
Personalmente, espero un cambio de conciencia, ya sea mío y de mis congéneres. No a los pirotécnicos, no a la contaminación ambiental, no a la quema de ropa vieja.
De otra parte, esa noche no faltarán las cabalas, aquellas mini estupidas costumbres que mejoran la suerte; comer doce uvas, dar doce vueltas a la cuadra con una maleta, ponerse el típico calzoncillo, sostén y variedad de ropa del color amarillo, que por cierto simboliza el sol.
Bienvenidos estamos a nuevos retos y esperanzas por cumplir.
Amen
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ResponderBorrarFeliz navidad y próspero año nuevo
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